Síndrome del Burnout

El Síndrome de Burnout, también conocido como síndrome del quemado, síndrome de agotamiento emocional o profesional es considerado por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad laboral que provoca detrimento en la salud física y mental de los individuos, y que se refiere específicamente a los fenómenos en el contexto laboral y no debe aplicarse para describir experiencias en otras áreas de la vida.

Se trata de una respuesta al estrés laboral crónico, la cual puede englobar sentimientos y actitudes con implicaciones nocivas para la persona, su rol profesional/laboral y la organización, como así también para las personas que trabajan en la misma.

La lista de síntomas psicológicos que puede generar este síndrome es extensa, pudiendo ser
 leves, moderados, graves o extremos. Uno de los primero síntomas de carácter leve pero que sirven como señal de alarma es la dificultad para levantarse por la mañana o el cansancio patológico, cierta sintomatología física (cefaleas, dolores corporales, somatizaciones en general); en un nivel moderado se puede presentar irritabilidad, insomnio, fatiga, aburrimiento, falta de concentración, disminución en la operatividad, sentimientos de frustración, incompetencia, culpa y autovaloración negativa. Mientras que los graves y/o extremos pueden deriva en el abuso de psicofármacos, marcado ausentismo, abuso de alcohol y drogas, entre otros síntomas.

La repetición de los factores estresantes influye en la cronicidad del cuadro, generando disminución de la autoestima, un estado de frustración agobiante con melancolía y tristeza, despersonalización, sentimientos de impotencia, pérdida, fracaso, en algunos casos depresión e impresión de que la vida no vale la pena, llegando en los casos extremos a desencadenar ideación suicida.


FACTORES QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO DEL BURNOUT.
 
Desde el ámbito laboral: ambiente tenso, escasa claridad en los organigramas laborales, en la capacitación y en las tareas asignadas y la sobrecarga de estas, como así también en cuanto a la jornada laboral y períodos de descanso. Por otro lado, las interferencias en la comunicación y la poca claridad en la misma, en el diálogo entre las distintas partes, etc. 

Desde lo personal: alto grado de autoexigencia, baja tolerancia al fracaso, necesidad de control absoluto, perfeccionismo extremo, idealismo, dificultad para trabajar en equipo/grupo, sentimiento de indispensabilidad, dificultad para delegar tareas, dificultad para conocer y expresar sus emociones, desequilibrio entre la vida laboral y personal, etc.


ESTADÍSTICAS EN ARGENTINA RESPECTO DE LOS CASOS DE BURNOUT EN EL AÑO 2022

El informe Burnout 2022, realizado a partir de un estudio regional realizado entre el 5 y 26 de septiembre de 2022 por Jobint, una compañía que reúne algunos de los portales de empleo online como Bumeran y Hiring Room, en el que participaron 4820 personas, reveló que los argentinos encabezan la lista y son los más afectados de la región: el 86% dijo experimentar este cuadro. Le sigue Chile, con un 82%, Panamá con 78%; Ecuador con 74% y Perú con 66%.

De dicha muestra, el 80% de los encuestados, confesó haber sentido estrés, el 71%, desmotivación; el 46% admitió que le cuesta encontrar un rato para sí mismo, el 45%, que no logra desconectarse del trabajo una vez finalizado y el 45%, sostuvo padecer cansancio fuera de lo normal debido a la excesiva carga de tareas. Los datos marcan además una diferencia en materia de género. Dentro de ese 86% para todos los trabajadores argentinos, el 89,13% de las mujeres encuestadas afirmó sentirse “quemada” frente al 82,51% de los hombres. Se estima que estas diferencias se deben a “una mayor participación en las tareas del hogar y el cuidado de personas a cargo podrían relacionarse”, explicaron en Bumeran.


ESTADISTICAS MUNDIALES RESPECTOS DEL AÑO 2022

Desde mayo de 2021 a noviembre de 2022 el agotamiento laboral ha aumentado en varios países del mundo.

La compañía Future Forum encuestó a más de 10.000 personas en seis países para concluir que más del 40 % de los trabajadores a nivel mundial se sienten agotados.

En una gráfica se evidenció, además, un aumento del ‘burnout’ desde mayo de 2021 hasta noviembre de 2022. Los países con aumentos más significativos fueron Alemania, que pasó de 29 % a 37%; Reino Unido de 40 % a 48 % y Australia de 42 % a 50 %.

A nivel mundial, se considera que, en comparación, los casos de Burnout en América Latina, son más elevados que en Europa y Norte América. Pero es una realidad visible que, a nivel global, los casos van en aumento año tras año.


PREVENCIÓN Y ABORDAJE DEL BURNOUT.

Desde la esfera personal, con respecto a las estrategias de prevención que se pueden incorporar, se consideran los siguientes puntos: 

  • Mantener un estilo de vida saludable (alimentación, ejercicio, balance entre la vida laboral y personal, etc).
  • Replantearse aquellas cuestiones que generan insatisfacción en el lugar de trabajo y si está dentro de las posibilidades personales modificarlas o no.
  • Comunicaciones abiertas: la comunicación es un factor muy importante para que podamos expresar lo que deseamos, siendo asertivos. 
  • Organización personal.
  • Desarrollo de habilidades profesionales: no quedarse estancado o bloqueado y seguir desarrollando habilidades hará que nos sintamos más realizados con nosotros mismos, y evitando así el sentimiento de esa falta de realización personal que caracteriza al Síndrome de estar Quemado.

Además de todo esto, es importante considerar que la prevención de este tipo de estrés, también ha de abordarse desde el enfoque organizacional y no sólo de forma individual ya que la promoción de la calidad de vida laboral se consigue mediante la puesta en práctica de políticas óptimas de dirección organizacional. Por lo que, en consonancia con esto último, desde el ámbito laboral, sería favorable que el mismo pueda funcionar como sostén para los empleados/colaboradores. 

La primera cuestión, es evaluar las situaciones que generan el estrés y la ansiedad en el trabajador y tomar las decisiones y las medidas adecuadas para intentar reducirlo.

Para ello, se debe mejorar la organización y proveer de herramientas necesarias para que el trabajador pueda realizar sus tareas de forma adecuada y no tenga tanta sobrecarga laboral.

En este sentido, algunas de las estrategias preventivas desde el ámbito laboral, podrían ser las siguientes:

  • Brindar información sobre el síndrome del Burnout, sus síntomas y consecuencias principales para que sea más fácil detectarlo a tiempo.
  • Replantear las veces que sea necesario las condiciones del ambiente laboral fomentando el trabajo en equipo y una buena comunicación entre las distintas áreas.
  • Delimitar con claridad las tareas específicas de cada empleado, su carga horaria y horarios de descanso.
  • Diseñar e implementar talleres de liderazgo, habilidades sociales, desarrollo gerencial, etc. para la alta dirección.
  • Implementar cursos de capacitación en relación al puesto y a la organización para el personal nuevo.
  • Anticiparse a los cambios brindando talleres que contribuyan a desarrollar habilidades, conocimientos y estrategias para enfrentarse a éstos.
  • Habilitar programas de atención integral (psicología, medicina, consultoría general, etc) para los empleados, en función de que los mismos puedan sentirse respaldados por la empresa y a los fines de brindar la asistencia necesaria para evitar las consecuencias del burnout en el ámbito laboral (bajo rendimiento, sintomatología en cuanto a salud mental, etc, todo lo cual puede terminar influyendo en altas tasas de ausentismo y deserción laboral, generando baches y pérdidas económicas).


Abordaje

El síndrome de Burnout debe abordarse de forma global, con iniciativas que incluyan desde cambios organizativos en la empresa hasta tratamiento psicológico. En el plano individual, el tratamiento psicológico de los afectados debe centrarse en los siguientes aspectos:

  • Psicoeducación y autonococimiento. Conocer el burnout y los factores que lo originan, así como las circunstancias que están detrás de cada caso particular.
  • Aprender a afrontar el estrés. Mediante técnicas de relajación y respiración, así como con terapia psicológica cognitivo-conductual.
  •  Ajustar las expectativas a la realidad.
  • Mejorar la autoestima.
  • Trabajar la resiliencia y la asertividad.
  •  Hábitos saludables. Una alimentación sana, abandonar el tabaco, el alcohol y otras drogas y la práctica regular de ejercicio físico son fundamentales para afrontar el estrés y contribuyen a la salud mental.

El objetivo principal es apoyar (desde ambos lugares) la prevención de los riesgos para la salud mental, a los fines de evitar llegar al estado de burnout. Proteger y promover la salud mental en el trabajo, y apoyar a aquellas personas que puedan llegar a presentar alguna problemática para que logren restablecerse, con el objetivo de continuar desenvolviéndose en su puesto laboral, como así también para que el ámbito de trabajo, pueda contar con sus recursos humanos de manera satisfactoria.


Fuentes: 

https://medicinaysaludpublica.com/noticias/salud-publica/oms-oficializa-el-sindrome-del-burnout-como-una-enfermedad-de-trabajo/12348

https://www.infobae.com/economia/2022/10/26/burnout-los-trabajadores-argentinos-son-los-mas-quemados-por-el-estres-laboral-en-la-region/

https://ethic.es/2022/04/burnout-el-desgaste-laboral-le-cuesta-millones-a-la-economia-global/

https://es.deskbird.com/blog/burnout-statistics

https://psicopedia.org/3186/como-prevenir-el-burnout-o-estres-laboral-y-una-guia-en-pdf/

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