Pausas activas: pequeños descansos que generan grandes resultados
Las pausas activas son breves interrupciones dentro de la jornada laboral, pensadas para reducir el sedentarismo, aliviar tensiones y mejorar el bienestar físico y mental de las personas. Durante estos momentos (de entre cinco y diez minutos) se realizan ejercicios simples de movilidad, estiramiento y respiración consciente.
Estas pausas permiten recargar energía, aliviar el estrés, mejorar la concentración y la postura, sin interrumpir la productividad. No se trata de “dejar de trabajar”, sino de hacer una pausa inteligente: moverse, respirar, reconectar con el cuerpo y volver a la tarea con más claridad, energía y foco.
Beneficios integrales
Las pausas activas tienen un impacto integral en el cuerpo, la mente y los equipos, por lo que sus beneficios se extienden tanto a nivel individual como organizacional.
En primer lugar, aportan beneficios físicos, ya que fomentan el movimiento y previenen el
sedentarismo. Mejoran la circulación, alivian contracturas, favorecen la postura y reducen las molestias musculares.
A nivel mental y emocional, permiten desconectarse de la rutina y oxigenar el cerebro, reduciendo el estrés y la fatiga. Además, las prácticas de respiración consciente y mindfulness contribuyen a alcanzar un estado de calma, equilibrio emocional y autorregulación.
En el plano organizacional, las pausas activas promueven una mayor concentración y
rendimiento. Las personas retoman sus tareas con mayor claridad mental, energía y motivación.
Cuando una organización incorpora este tipo de prácticas, también comunica un mensaje claro: el bienestar de las personas es una prioridad.
Formas de frenar sin perder el ritmo
Los tipos de pausas activas pueden adaptarse a las características del grupo y a las preferencias del equipo. Algunas incluyen ejercicios de respiración que ayudan a relajar la mente y mejorar la concentración, estiramientos suaves para liberar tensiones y mejorar la flexibilidad, o caminatas cortas que despejan la mente y activan la circulación.
También pueden integrarse actividades de relajación como mindfulness o meditación, y
disciplinas como el yoga, que combinan respiración y movimiento consciente. La clave está en elegir la modalidad que mejor se adapte al grupo, para que la experiencia sea placentera y efectiva.
Cómo transformar las pausas activas en un hábito de equipo
Como todo hábito saludable, incorporar pausas activas en la rutina laboral requiere planificación, constancia y compromiso. Establecer horarios definidos para las pausas a lo largo del día ayuda a generar el hábito y facilita que todos puedan participar.
Otro aspecto clave es fomentar la participación de los colaboradores, consultando qué tipo de pausas prefieren y ajustándose a sus intereses. Cuando los líderes también realizan las pausas, se refuerza el mensaje y se naturaliza la práctica dentro del equipo.
Buenas prácticas para aprovechar al máximo las pausas activas
Aunque las pausas activas son seguras y muy beneficiosas, es importante realizarlas de forma adecuada. Es fundamental tener en cuenta la condición física de cada persona, evitar forzar el cuerpo y disponer de un espacio cómodo y seguro.
Además, contar con orientación profesional y materiales informativos (como videos o artículos) garantiza una práctica segura y sostenida en el tiempo. De esta manera, las pausas activas logran ser una herramienta efectiva para integrar hábitos saludables en la cultura organizacional.
El compromiso de Grupo Wellness Latina
Somos conscientes del impacto que la salud tiene en la vida de las personas y en el
funcionamiento de las organizaciones.
Por eso, desarrollamos programas de pausas activas coordinados por profesionales
especializados en mindfulness, yoga y stretching, adaptados a las necesidades de cada empresa.
Si quieres más información sobre cómo incorporar pausas activas en tu equipo, contáctanos. Una pausa breve puede transformar la energía de todo un día.
